A las 24:00 la presentación se realizó desde el balcón del ayuntamiento por dos pijamistas habituales desde hace 4 años.
Amenizada como nunca por un grupo batuquero y una charanga, que recorrieron medio pueblo al son de música brasileira y fiestera.
Hubo pijamas para todos los gustos lo mismo que diversión. Aunque alguno le faltara la depilación.
Si no se vatio el record de pijamistas poco le falto. Tamien hubo mucha gente que no se disfrazó.
Pequeños y mayores todos participaron en el fiestón.
Y hasta los que han venido de muy lejos, rumanos, sudamericanos, olvidaron por una noche su procedencia y se integraron como uno más del pueblo a esta fiesta que por simple puede ser universal.
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